El Octavo Pecado Capital

I

Y le pregunto esta vez Padre, ¿Podrá libérame del absoluto horror de mis pecados?

Dominar a esta bestia ignorante que por el mundo se ha desatado

Liberar mi espíritu de esta corrompida camada, hundida en acciones perversas

Culparme de nuevo por vivir sin la obligada y sagrada certeza

Castigarme de nuevo por ser salvaje ser en su totalidad natural y mundana

Señalarme con vergüenza por el hecho de ser parte de la raza humana

Aprovecharte de mi inseguridad y de todos mis temores

Recordarme que si desobedezco me espera el inminente infierno y sus horrores

Controlar mi mente con el reflejo de una antigua deidad inalcanzable

Despreciarme para tener esperanza al mismo momento que me haces sentir cada vez más miserable

II

Soy la Bestia infame que lleva consigo la destrucción

Soy la presa sumisa culpable de tus actos por la simple inacción

Soy poder. Mientras aguardo impacientemente la dominación

Soy el octavo pecado capital

III

Soy todo lo que admiras pero quieres lejos

Soy detestable pero solo funciono como tu espejo

Creer en el día regalándome solamente oscuridad

Patéame con tu soberbia moral y adóptame con tu ensayada caridad

Prométeme sabiduría a la vez que me brindas ignorancia

Comparte tu famoso altruismo mostrado al mundo con arrogancia

Reza para que me des fortaleza, aunque solo explores mi debilidad

Convénceme con tus promesas de cristal, aunque en el fondo conozca la realidad

IV

Soy sumisión y a la vez me convierto en altanería

Soy devoción creíble, susceptible a pervertirse en herejía

Soy la perdición. Y recuerdo a veces que también puedo ser la vía

Soy el octavo pecado capital

V

Controla mis pensamientos por temor al pecado

Prohíbeme vivir si no me encuentro purificado

Juega con mi mente una y otra vez hasta ya no ser el mismo

Conviérteme en soldado de tu ejército armado en el fanatismo

VI

Asústame hablando del diablo, aunque tú mismo te comportes como uno

Recuérdame que la salvación solo la ofreces tú y no se encuentra con otro alguno

Enséñame a cantar tus canciones, a aprenderme sus estribillos

Mientras con mano suave vacías por completo mis bolsillos

Yo accederé gentilmente pues solo busco a Dios con firmeza

Aceptaré que por tu misión debas obtener todas las riquezas

Condéname con tu mirada paternal de culpa y desaprobación

Muéstrame ante todos como un idiota más que cometió ante la fe una infracción

VII

Minimízame con la misma fuerza con la que te agrandas diariamente

Perdóname a mí luego de que me golpees tan fuertemente

Mánchame con tu incuestionable e indeleble tinta bendita en las sacristías

Llévame de tu mano a tu prometida satrapía

VIII

Soy Divinidad envuelta en un empaque de mortalidad

Soy humanidad, la artística y bíblica visión de la brutalidad

Entre tus azotes y mis Mea culpa por toda la eternidad

IX

Soy demonio, Y un ser angelical

Soy Veneno que también sabe curar

Soy naturaleza con esencia artificial

Soy

El Octavo pecado capital