La noche de los sueños perdidos
La iglesia derrama sangre sobre sus santos
Y de estos emerge su sucia conciencia abrumadora
Que desata como Orfeo las arpas
Y canta: “eres una palabra del índice de ese trecho…”
Hay una perezosa noche, en que la luna refleja su lamento
Tú las cuerdas, la luna el arpa
De ese infiel santo de vida escrita y de muerte desconocida
Que mira nuestras vidas en un solo asiento.
Hoy, ayer, como otros días he perdido sueños
Como perder un hijo siento mis pupilas vacías,
Derramé sangre sobre el pavimento frio de esa construcción babilónica
Para sentirme vivo otra vez vengando ese efímero momento.
Oyese los gritos escritos inquisidores que murieron en las mañanas
Con mi piel erizada veo eternamente el cielo a través de la ventana
¡No recuerdo nada!...
Esa amnesia poderosa que me muestra la verdad, el tiempo y el sarcasmo
No hay santo ahora que me detenga de blasfemar
He perdido una vida, he perdido hijos, he perdido esposa, he perdido llantos y alegrías
En ese sueño no existe
Me demuestra como la nube, ese cielo que aparece a través de mi ventana
Mis ojos se multiplican, atormentados suplican lluvias,
Sueño hecho de un poco de olvido y sabor a menta
No te mueras otra vez mirándome desde mi entierro…