Plantas en casa: filtros de aire naturales
Disponer de plantas de interior en nuestro hogar y en la oficina es beneficioso, no sólo por su capacidad decorativa o creadora de entornos naturales, también porque son purificadores naturales del aire. El aire del interior puede estar hasta diez veces más contaminado que el del exterior. Teniendo en cuenta que pasamos más del 90% de nuestro tiempo en sitios cerrados, deberíamos prestar atención a algunos consejos para purificar el aire que respiramos.
Las plantas de interior ayudan a limpiar el aire de la casa al reducir la concentración interior de tóxicos presentes en las viviendas. Según un estudio realizado por Greenpeace en una muestra representativa de hogares, ¡en el polvo de las casas europeas se hallan de 70 a 100 sustancias químicas tóxicas distintas! Mientras tanto la tecnología no cesa de desarrollar productos químicos tóxicos para los seres vivos (incluidos nosotros), y el ámbito doméstico no es una excepción. Desde materiales de construcción (que paradójicamente destruyen el medioambiente), pasando por los disolventes usados en la mayoría de pinturas y barnices convencionales, hasta los productos de limpieza (nombre desafortunado si consideramos que ensucian el entorno), sin olvidar alfombras y tapicerías sintéticas.
Si a este cóctel químico añadimos el hermetismo de muchas viviendas y la falta de hábito de ventilación natural, no es de extrañar que la contaminación del aire interior haya generado el fenómeno conocido como “síndrome del edificio enfermo”, conjunto de síntomas que pueden aparecer al pasar mucho tiempo en edificios con dichas condiciones. Pues bien, todas las plantas de interior ayudan a purificar el aire de una vivienda, pero además algunas son capaces de absorber los gases emitidos por pinturas frescas u ordenadores, por ejemplo.
Plantas que absorben formaldehído, xileno, y otros tóxicos del aire doméstico
El formaldehído (el tóxico más abundante en el aire de los espacios interiores y cuya exposición prolongada a baja concentración puede producir cáncer), el benceno, el xileno, el tricloroetileno, entre muchos otros compuestos orgánicos volátiles tóxicos, son absorbidos por las hojas de algunas plantas, en mayor cantidad cuanto mayor es la superficie de intercambio del follaje.
El formaldehído está presente en diversas resinas y se usa para tratar muchos productos de consumo, incluso bolsas de basura, toallas de papel, pañuelos de papel, telas, ropa antiarrugas, base de las alfombras, revestimientos para suelos, adhesivos, etc. Se utiliza en materiales para la construcción como el contrachapado, el aglomerado y los paneles. Las cocinas de gas también liberan formaldehído. Se sabe que absorben cantidades importantes del formaldehído presente en el aire especies como drácena o tronco de Brasil (Dracaena sp.), ficus (Ficus robusta), hiedra (Hedera helix), espatifilo (Spathiphyllum sp.), palmera (Chamaedorea elegans), difembaquia, aglaonema (Aglaonema sp.), cinta (Chlorophytum comosum), filodendro (Philodendron sp), potos (Epipremnum aureum), entre otras. Las destacadas en eliminar xileno y tolueno son, por ejemplo, la palmera areca, la drácena, la diefembaquia y el espatifilo. La cinta, el ficus y el rododendro eliminan el dióxido de carbono del humo del tabaco y el formaldehído que desprende la cola de maderas algomeradas y empapelados.